viernes, 21 de enero de 2011

Orientadores aéreos

ORIENTADORES AÉREOS

En muchos ámbitos de la vida, existen personas que se consideran superiores a las demás. Esto no pasaría de ser una anécdota si no fuera porque, además, exigen ser tratadas como tal. Es gente cuya aspiración consiste, no en reclamar derechos que no poseen para equipararse a las demás personas, sino en procurar que los suyos, sus derechos, no sean compartidos más que por los de su gremio -pues tal es el funcionamiento medieval por el que se han regido hasta ahora-. Con esta descripción, se podía representar al gremio de los controladores aéreos, tan en boga últimamente.

En Navarra, en la enseñanza, y probablemente también en otro tipo de actividades, existe un colectivo al que se puede aplicar esa descripción, y es el de los orientadores (entiéndase también orientadoras). Al igual que los controladores, tienen un estatus especial, la mayoría de sus normas son distintas de las del resto de las personas que trabajan en la enseñanza, tienen un poder por encima, muchas veces, de las direcciones de los centros, sólo son controlados por personal del propio gremio, pues no siquiera la inspección del centro tiene competencias sobre ellos; pueden tomar decisiones sobre el alumnado al margen incluso de las tomadas por el claustro, etc. En suma, podemos considerarlos como orientadores aéreos porque, simbólicamente, al igual que los controladores en sus torres, están situados por encima de la mayoría de las personas que trabajan en la enseñanza primaria y secundaria. Pero, además, su reino no es de este mundo, pues no se ‘manchan’ impartiendo docencia a pesar de ser quienes ‘más saben’ del asunto.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Nuestra Comunidad es muy dada al amiguismo, a llevar a la ‘cuadrilla’ allá donde uno va y, por eso, cuando se puso de moda la psicopedagogía, y florecieron con ella nuevas necesidades educativas, y no al revés, las personas con esa especialidad fueron alcanzando cotas de poder cada vez mayores y arrastrando con ellas a otros miembros de su gremio. Al final, muchos puestos de responsabilidad dentro de la Administración son ocupados por dichas personas quienes, a su vez, dictan las normas de funcionamiento, normas que, como ya hemos señalado, convierten al colectivo en una especie de lobby.

Existe, sin embargo, una diferencia sustancial con los controladores aéreos y es que, sin éstos, el tráfico de aviones se interrumpe, pero sin orientadores los centros seguirían funcionado prácticamente igual.

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